lunes, 17 de octubre de 2011

Perdiendo la verguenza

Los que salen de su país de origen normalmente lo que mas valoran es el conocer otras culturas, otra forma de ver la vida, etc... que si, que yo también. Pero a mi el hecho de salir fuera me ha dado... o mejor dicho me ha quitado, de encima un lastre que he arrastrado durante toda mi vida. Hablo de la vergüenza.

Recuerdo que en el aeropuerto de Sevilla, antes de tomarme el avión para Alemania rumbo a Canadá mi compadre, que me conoce bien, me dijo, ompare, la vergüenza era verde y se la comió la cabra. En ese momento no le presté mucha atención, simplemente sonreí y seguí mi camino, pero que razón tenia. Y es que cuando llegas a un país con un idioma distinto como es el caso de Canadá, o con un acento y maneras de hablar que nada tienen que ver con la tuya, como Uruguay, o pierdes la vergüenza o te comen los mocos.

Por ejemplo en Vancouver, cada vez que abría la boca subía el pan, la cagaba bien cagada vamos, siempre cuento la misma anécdota, estando en la obra los primeros días me dio por preguntarle a un compañero de trabajo donde quedaban las playas en Vancouver, el tipo me lanzó una sonrisa pícara que no entendía a cuento de que, hasta que me dio la respuesta. El pobre me mandaba al centro de la ciudad o a la Kingsway avenue, donde según el había bastantes.

Playas en el centro de la ciudad??? por supuesto que no, ahí aprendí que beach, es playa y bitch, es puta. Desgraciadamente para el español, las pronunciamos prácticamente igual. Otra en la que pasé muchísima vergüenza fue en mi primer día de trabajo. Resulta que me dicen que vaya al encargado y le pida un librito donde había que anotar que tareas ibas a hacer, que riesgos entrañaba ejecutarlas y que medidas de seguridad ibas a tomar para, en la medida de lo posible, minimizar esos riesgos.

Bueno, yo me fuí al encargado y le solté un hey Eric Can you give me a work sheet please?? ( puedes darme el librito de seguridad Eric? mas o menos ) lo que yo no sabía es que sheet, es hoja pero shit, es mierda y de nuevo para desgracia de nosotros los españoles... las pronunciamos igual. Que quiero decir con esto? que a Eric realmente lo que le pregunté fué, me puedes dar un trabajo de mierda por favor? ( manda huevos, encima le pedí por favor ). Sobra decir que la cara del pobre Eric fue de circunstancias, por suerte es un hombre inteligente y comprendió a la primera lo que había pasado. Valiente mamón casi le da algo de la risa.

Esos son solo dos ejemplos, fueron muchos, era abrir la boca y decir algo indebido o entender algo totalmente distinto a lo que me estaban diciendo, pedir comida en un restaurante se transformó en una pesadilla y hablar por teléfono, bueno, ahí si que tuve que perder la vergüenza del todo, muchas veces me reía por no llorar.

Pero eso fué en Canadá, luego me vine a Uruguay y ya la perdí del todo... si, la poca vergüenza que me quedaba.

De los primeros días puedo rescatar una situación algo cómica, resulta que andaba buscando como llegar hasta el hospital de niños, donde me esperaba mi mujer. Ella ya me había dicho el número de ómnibus que me dejaba en la puerta pero claro, uno que de memoria anda algo escaso, por no decir nulo, se me olvidó pero ta, no pasa nada, preguntando se llega a Roma verdad?? Resulta que a uno que encontré cerca de una parada de autobuses le pregunté por donde me podría coger un autobús para ir al Pereira Rossell, a lo que el tipo me dijo, y yo que se boo, probá por el tubo de escape. Me puse rojo. Nunca mas me volví a coger un autobús, a partir de ahí me los empecé a tomar.

Eso sin contar cada vez que me escuchan hablar, es casi automático, es como un resorte que tienen en el cuello, todos se desnucan para ver de donde viene ese extraño acento que parece gallego pero no es.

Esto que cuento es solo una ínfima parte, podría escribir un libro del asunto, al principio me afectaban bastante, ya me da exactamente igual y algunas las recuerdo con humor... definitivamente, el vivir en el extranjero, me ha hecho perder la vergüenza

5 comentarios:

  1. cosas que pasan, a todos, te lo aseguro.
    si te contara...
    ir en el coche de unos primos españoles y de repente en la radio dicen que " eran tremendas pijas "....alucine, se referian a unas chicas, pero para mi era otro tema mas salado...jaja, o cuando fui varias veces al BBVA del pueblo donde vivi el primer mes, para abrir mi primer cuenta bancaria aca, y siempre que iba sobre el medio dia el banco estaba cerrado...siempre....hasta que me di cuenta que la puerta se abria para afuera !!! por dios ! me queria matar, fueron como 4 los intentos y no me habia dado cuenta....o la primera vez en una peluqueria para el corte, en Montevideo suelen ser coiffeures o como se escriba, hombres peluqueros que tienen una asistente que te lave la cabeza o te la lava él mismo, y se limita a eso. Aca voy a la peluqueria, y cuando la chica (muy llamativa ademas) me comienza a lavar la cabeza, de repente empieza a hacerme mimitos en el pelo, caricias, masajitos, me empece a poner loquito, nervioso, no sabia que pensar, (me la re-gane a la gata o que es esto ??), y despues me corto el pelo como si nada hubiera pasado. no entendi nada hasta que me dijeron fuera que era costumbre un masaje capilar en la lavada....
    tengo decenas de esas anecdotas, pero mi imagen va a quedar destruida, asi que dejamos aca, jaja

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  2. Mis primeros días en Madrid eran de llegar a casa ponerme las manos a la cara y echarme a llorar :P
    No entendía lo que hablaba la gente. Hablaban tan de prisa que parecía otra lengua menos el Castellano. En cambio ellos me decían que yo hablaba demasiado lento y que espabilara, que hablese fuerte y vayase al grano. Que daba muchas vueltas.
    Me acordaba de mi profe de primaria que decía...hay que vocalizar y pronunciar bien todas las sílabas para que la comunicación sea entendible. Ya en la cuna del castellano eso se iba al carajo pues con frases tipo: jodé tío que ej la hora de ij a comé! Quien diablos entendía eso!!! luego la costumbre de decir subir para arriba o bajar para abajo jua jua jua No entendían porqué me reía.
    Talvés el susto fue cuando un compañero me dijo oye no alcanza mi brazo y me pica ven ráscame la chepa y en mi país chepa es vagina. Un hombre con vagina era lo más raro que había escuchado en el mundo. Cómo sería mi cara de enfado que el hombre se quedó como alucinando porque le dije que yo no hago esas cosas, que no era indecente y dejara de decir esas cosas :P

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  3. Primeros días de trabajo. Empiezo a escuchar un griterío entre dos personas a la hora del desayuno. Yo en otra sección. Veo desde la ventana que movían las cejas, los brazos y se daban la vuelta. Primera reacción: informar al encargado que se están peleando dos compañeros... Encargado baja corriendo a ver que pasa y yo atrás de el para dizque intentar separar a la gente si fuera necesario. Consecuencia: Encargado y los dos compañeros miran a este servidor con cara de haber visto un extraterrestre y me explican que no pasaba nada que solo estaban apostando en los juegos aquellos de los equipos de futbol. Yo con cara de trágame tierra :´(

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  4. Recordando la impotencia que he sentido en alguno de mis viajes al extranjero comprendo lo que habréis pasado por esos mundos de Dios. Menos mal que os queda una sonrisa siempre cuando recordáis esas anécdotas.
    Un abrazo.

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  5. Paaa Luis jajajaja, casi me atraganto con la bombilla de la risa jajaja, estaba brava la puerta la puerta de ese banco eh!! Lo de pija ya lo advierto en una de las entradas en el blog, que a nadie se le ocurra llamar pija a una cheta aca.

    Cuando conoci a mi mujer en Valencia, le pregunte que hacia los fines de semana ( para entrar en calor antes de invitarla a Sevilla :) ) y me dijo que normalmente iba a joder al rio con los amigos. Mi cara un poema, todavia se rie recordandolo.

    Anonimo, no entendias en Madrid? Menos mal que no bajaste a Andalucia jajaja.Por cierto eso de bajar para abajo creia que ea solo por el sur, nunca se lo escuche a un madrileño, quizas no preste atencion, es interesante conmocer el punto de vista de extranjeros en España. Los uruguayos suelen ser directos a la hora de hablar, pero he trabajado con mexicanos en Canada y la verdad pone de los nervios, demasiadas vueltas para tan poco que decir. Muchas gracias por vuestros aportes.

    El otro anonimo, perdonad si sois el mismo, eso me pasa continuamente jejeje, tengo mucho torrente al hablar y mas de uno se ha creido que estaba enojado, cuando me enfade de verdad me quedo solo en la obra :p

    Galise, la verdad es que en ese momento no sabes donde meterte, ya no, ya paso y me rio, pero luego en las reuniones tienes monton de historias que contar jejeje.

    Un abrazo paisano!!

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