El uruguasho

Este blog va de Uruguay, de las vivencias de un pobre "gashego" para colmo obrero en este pequeño país del Cono Sur. He hablado algo acerca de el, y lo que queda por supuesto, pero me he dado cuenta que ni he dedicado unas míseras palabras a sus gentes.

Si!!, habéis acertado, hoy vamos a poner a parir a los uruguayos, o no, ya veremos por donde encaminamos esto. Definir a los uruguayos cuesta, como todo en este país son algo complicados ( ya empezamos, si ) pero lo intentaremos.

También tenemos que tener en cuenta que el os escribe como ya me he definido en alguna que otra ocasión ( léase mas arriba ) es un simple obrero y claro, no me relaciono con la "crem de la crem" del Uruguay, si no con curritos ( trabajadores pobres ) como yo y........... lo que voy a hacer es una generalización, cosa que odio, pero no puedo hablar de todos y cada uno de los tres millones y medio de habitantes de este país. ¿Para que digo esto? Para que nadie se sienta ofendido y me bombardee la entrada a comentarios tipo " pero si los gallegos sois así o asá". Dicho esto, empezamos.

El uruguayo es una persona bastante humilde y amigo de sus amigos. Suele ser bastante fácil para el extranjero entablar amistad con ellos e incluso ser uno mas del grupo, esto último lo dice alguien que ha vivido tres años en un país anglo y sabe lo complicado que puede llegar a ser algo así. Son también solidarios y compañeros entre ellos, comparten muchísimo la mayoría de las veces sin pedir nada a cambio.

El uruguayo es también un tipo patriota... muuuuuuuy patriota, para el, Uruguay es el centro del universo, en todo el mundo se conoce las virtudes del paisito, cuando les cuentas que a Uruguay no lo conoce nadie, que incluso en España muchos ni tan siquiera lo han escuchado nombrar el rebote ( enojo ) que se pueden llegar a agarrar puede ser mortal. De igual forma, su país es un remanso de paz, acá nunca pasa nada y se vive de lujo... desde luego en algo tienen razón, con lo caro que es todo, es un lujo poder vivir en el.

Todo esto lo dicen de cara a la galería, luego cuando están hablando entre ellos y se olvidan que uno de los presentes es el gallego, empieza el despotrique. A veces escuchándolos echar pestes sobre la burocracia, las colas, los autobuses ( esto sin razón ninguna ), los sueldos, los políticos, la política, etc.... te hace creer que vives en el mismísimo infierno.

Son amables, mas de una vez he preguntado alguna dirección y me han acompañado hasta la misma puerta, otras me han engañado y me han mandado "pa´l coño la bernarda" o a la concha la lora, como dirían los yorugas ( de esto se suelen quejar de los argentinos en Buenos Aires, pero vamos, que ellos tampoco se quedan atrás ). Siempre tienen el gracias y el permiso en la boca, me encanta como se saludan por la mañana aunque eso del beso entre hombres al principio me chocó bastante.

Por contra son muy fanáticos y cabezones, siempre quieren llevar la razón en todo. Hay dos cosas de las cuales nunca se puede hablar con ellos... política y fútbol. No me refiero a que la conversación se caliente... es que por norma general se llega a las manos.  No os preocupéis, ellos lo saben y tratan de no entrar mucho en esos temas.

Algo que me gusta mucho de ellos es la alegría con la que viven la vida, me recuerda mucho a mi tierra, de hecho ya he dicho muchas veces que el andaluz y el uruguayo son muy parecidos. Para una fiesta son los primeros y borrachos como ellos solos ( uno tampoco es ningun santo pero ta, estamos hablando de ellos no de mi ). Por contra, suelen ser muy ordenados y por norma general cívicos, mientras no esté por medio el futbol o lo que sea, poque les gusta un kilombo ( un jaleo ) mas que a un tonto un lápiz. Puntuales? Andá!!! Si quedas con uno a las cinco de la tarde, es esa a la hora a la que empiezas a ducharte, para llegar donde sea que hayas quedado con el a las cinco y media o seis tirando pá las siete... y aun así llegarás antes que el.

Espero no haber sido muy duro, o muy blando, obviamente esto como ya dije es solo un punto de vista general, cada persona es un mundo propio, como ya sabemos.